El primer paso para dejar la piel totalmente libre de impurezas consiste en aplicar una emulsión similar a las leches de limpieza preparada con agua tibia y leche en ambas proporciones (con el volumen de 1/2 taza de té es suficiente).
Esta receta debe aplicarse en el rostro y en cuello, con movimientos circulares y ascendentes. Después, hay que enjuagar con abundante agua tibia. También puedes usarla diariamente como emulsión de limpieza y para eliminar la seborrea.
El uso de vapor de agua para facilitar la extracción de impurezas de la piel está contraindicado, ya que a menudo éste dilata en exceso los poros facilitando la aparición de puntos negros.
Actualmente, lo más recomendable son los pulidos exfoliantes.
Para realizar una exfoliación natural hay que preparar una pasta pulidora a base de leche y azúcar. Mezcla los dos componentes hasta obtener una mezcla homogénea y con consistencia, de manera de que los granos de azúcar puedan actuar descamando las capas más superficiales de la piel. Esta exfoliación es leve ya que alisa la piel y la libera de las células muertas de la superficie. Luego, enjuagar con agua tibia y secar con una toalla o papel tisú, pero nunca con algodón.
El último paso es la humectación. Un aliado natural por excelencia es el aloe vera, ya que sus propiedades son muy efectivas a la hora de restaurar la tersura y elasticidad de la piel. Abre en dos una hoja de aloe y con los dedos extraiga su jalea, aplícala con los dedos sobre el rostro y deje actuar unos minutos. Lava con abundante agua fría.
Solución a las pieles secas
Las pieles resecas necesitan nutrición y humectación, para esto nada mejor que una máscara de aguacate. Pele un aguacate mediano, ábrela por el medio y retira la semilla, luego tritúralo hasta lograr una crema, agrega una cuchadradita de miel y únela al preparado. Aplica la máscara sobre la piel limpia, sin tocar los ojos y déjala 15 minutos. Retira con agua fresca y seca con leves toquecitos de toalla.