En las ciudades la atmósfera contiene sustancias irritantes que se pegan y sensibilizan la piel. En la infancia y la madurez es cuando estás expuesta a sufrir la alergia solar. El sistema hormonal tiene mucha influencia en las alergias de una mujer ya que en períodos de menstruación, embarazo o en la menopausia, pueden producirte una reacción repentina de productos que normalmente no lo hacen. No es lo mismo una irritación a una alergia, por lo que te damos la clave para descubrirlo:
Piel irritada, es cuando una piel normal reacciona para defenderse de la agresión de un agente externo. Este puede ser el frío, viento, productos ácidos, disolventes o detergentes. Los síntomas son tirantez, sensación de quemazón, picor y enrojecimiento difuso. Debes aplicar una crema-bálsamo calmante, o un after sun solar, ya que refresca, calma e restaura la hidratación.
Piel sensible, es cuando una piel reacciona con mucha más intensidad frente a un agente irritante. Puede provocarle rojeces, el frio, y el sol le puede quemar. Los sintomas son piel levantada y áspera, ardor, enrojecimiento y hasta formación de escamas. Debes usar tónicos sin alcohol, leches limpiadoras y cremas muy hidratantes. No es aconsejable exfoliar este tipo de pieles. Has de ponerte una crema protectora a diario y en invierno ha de ser más grasa para reforzar el manto protector. Lleva siempre contigo una crema calmante de camomila o alantoína.
Piel alergica, es cuando un agente externo inofensivo reacciona de una forma anormal en tu piel. Las resinas, los perfumes, el níquel, los extractos de plantas, algunos colorantes y los disolventes pueden, por parte de los cosméticos, producirte alergia. Las medicaciones sean del tipo que sean también pueden producirte alergias, el sol puede provocarte erupciones o manchas oscuras y los tintes para el pelo también pueden producirte alergias. Los síntomas son hinchazones que pican, manchas oscuras o sarpullidos. Debes acudir a un médico y si se trata de un cosmético llévale la lista de los componentes.