La piel nos envuelve y nos protege, la piel sufre alteraciones con el paso del tiempo sufre cambios en su tipología, pero también es el transmisor más importante de la belleza.
Por eso debemos cuidarla y protegerla de las agresiones externas para mantenerla sana y bonita, es decir, limpia, luminosa y elástica. La piel es uno de los órganos más vivos, sensibles e imprescindibles que posee el cuerpo humano.
El primer paso es conocer el tipo de piel que se tiene, algo que no siempre resulta fácil, a veces pensamos que tenemos una piel y resulta que es otro, se altera según las zonas, la estación en la que nos encontramos o la edad. Hay que estudiarla y estar atenta a los cambios que experimenta, los cuidados y los productos que utilicemos deberán encogerse siempre en función de tipo de piel y las necesidades. Cuando hay alteraciones leves o profundas en la piel del rostro, lo mejor es ponerse en manos de un dermatólogo o de una esteticista.
Actualmente, en algunos centros se realiza un estudio detallado de la piel mediante un escáner, que realiza un diagnostico preciso del tipo y el estado de la piel, y nos indica el tratamiento a seguir o los productos que se debe utilizar en los cuidados diarios.
Piel seca y sensible
Se caracteriza por su tendencia a descamarse con facilidad. Es una piel fina y transparente, con poros muy cerrados, en la que se produce una sensación de tirantez, descamación y aspereza, muy propicia a la aparición de arrugas, este tipo de piel es pobre en agua y grasa. Necesita hidratación y nutrición intensivas basándose en cremas ya sean naturales o de laboratorio.
Piel grasa
Se caracteriza por su aspecto brillante, con poros dilatados y grano visible. Tiene facilidad para desarrollar acné y puntos negros. Es más resistente frente al sol, presenta arrugas de manera más tardía, debido a que es más espesa, la flacidez puede aparecer antes de tiempo. Es imprescindible la limpieza con productos astringentes y desincrustantes, también necesita permanecer bien hidratada
Piel mixta
Se caracteriza generalmente por ser fina, tersa y tener un color levemente rosado, aunque deja asomar grasa en la frente, las aletas de la nariz y la barbilla, en la denominada zona T. Asimismo presenta sequedad o normalidad en los pómulos, el contorno de los ojos y las sienes. Es imprescindible la limpieza, y estar perfectamente hidratada. Hay infinidad de productos en el mercado destinados a tratar la piel mixta, es la más abundante.