El alimento es la expresión de diferentes dimensiones:
Económica: tiene un precio que le puede hacer o no asequible al grupo de población que desea consumirlo.
Física: su aspecto externo viene determinado por el color, olor, textura, forma y sabor.
Social: se integra en los códigos de prestigio y oportunidad de consumo fijados por el grupo.
Psíquica: aceptación o rechazo del alimento en función de su inclusión o no en el catálogo de alimentos habituales del grupo consumidor, es decir sancionado por la cultura alimentaria propia.
De seguridad alimentaria: garantiza la idoneidad de consumo por las buenas condiciones higiénico sanitarias.
De comodidad de uso: responde a las exigencias de simplicidad en el manejo que el consumidor de hoy demanda.