Una dieta vegetariana, adecuada y bien planificada, aporta los
nutrientes suficientes y necesarios en un adulto, pero un adolescente
tiene unas necesidades de energía, minerales y vitaminas que, en
general, son difíciles de cubrir con una dieta de tipo vegetariano.
Si
hablamos de una dieta ovo-lácteo-vegetariana (es decir, una dieta en la
que únicamente se excluya la carne y el pescado), las deficiencias son
menores, pero normalmente, aun en este caso, es necesario
complementarla con suplementos de hierro y vitamina B12; en general no se recomienda este tipo de alimentación hasta que el desarrollo y el crecimientos están finalizados.