La patata es el tubérculo más importante. Aunque en pequeñas cantidades,
aportan proteína y hierro y son fuente de vitamina C, tiamina, niacina y fibra
dietética, por lo que pueden ser un buen alimento en poblaciones que las
consumen en cantidad. Tiene un bajo contenido en grasas y poco valor
calórico.
Sobre todo, es una fuente fundamental de hidratos de carbono de cadena larga, y
en especial de almidón.
La patata forma parte de los alimentos que deben constituir la base de la
dieta, y las formas más adecuadas de consumirla son cocida y asada.
No deben incluirse en este grupo las patatas chips, que son una gran fuente de
grasas saturadas en muchas ocasiones por su forma de preparación.