En los países desarrollados, el problema principal actualmente no es la carestía de ningún nutriente, sino su ingesta excesiva. Los ejemplos más claros son los siguientes:
■ La relación entre la obesidad y la ingesta de un exceso de calorías.
■ El consumo de sal y grasa saturada y su relación con la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares.
El consumo de proteínas animales y de grasa en exceso y su relación con el cáncer de colon y de mama respectivamente.
■ La caries dental y el abuso de azúcares de absorción rápida.