Cuando se presenta un calambre, lo primero que hay que hacer es intentar estirar lenta y progresivamente el músculo afectado, y mantenerlo en esa situación de estiramiento hasta que se compruebe que al soltarlo no vuelve a producirse. Generalmente indica que hay que descansar, algunos médicos recomiendan tomar alimentos y bebidas ricas en sodio. El masaje del músculo alivia el calambre y puede ayudar a la recuperación y la prevención de su aparición.
Cuando los calambres se dan con frecuencia, se pueden prevenir haciendo estiramientos, pero si no ceden es conveniente acudir al médico para descartar la presencia de una enfermedad muscular, metabólica o del sistema nervioso.
Parece que para evitar los calambres hay que tener cuidado al someterse a esfuerzos físicos, y no se deben realizar esfuerzos para los que no se esté entrenado. Es fundamental además acostumbrarse a realizar estiramientos antes y después del ejercicio, y nutrirse e hidratarse adecuadamente si se realizan ejercicios de fondo.
