El maquillaje aporta luz y color a tu rostro. En función del color de la
piel, de los ojos y del cabello, se elige una gama cromática u otra. La práctica te
ayudará a decidir qué colores son los más apropiados para tu rostro. Pero el éxito de
un maquillaje no reside únicamente en las tonalidades. Los instrumentos que usas para
aplicarlo pueden determinan el resultado final.
No hay una sentencia firme que establezca
de forma contundente cuál es la mejor forma de aplicar el maquillaje. Cada una tiene sus
truquitos y sus secretos para conseguir un resultado radiante.
- Las manos: Hay quien opta por aplicar la
crema, el maquillaje de fondo, el colorete, la sombra de ojos e incluso el brillo de
labios con los dedos. Las partidarias de esta tendencia afirman que el control sobre los
pinceles, las brochas o las esponjitas es bastante limitado. Además, la flexibilidad y la
posibilidad de adaptación de los dedos es mucho mayor.
- Esponja: Puedes aplicar el maquillaje de
fondo con una esponja ligeramente humedecida. Restriega suavemente la esponja por todo el
rostro difuminando con precisión el contorno del rostro. En este caso debes tener en
cuenta que la esponja debe estar en perfecto estado. Es importante que no desprenda
partículas y que no permita que el producto se apelmace.
- Pincel: Desde los más finos, con los
que perfilas los ojos y los labios hasta los más gruesos con los que realizas el relleno.
- Brocha: La forma de la brocha, la
densidad y el volumen del pelo determinarán el uso que debe tener la brocha. Es
importante conocer las propiedades de cada una para no conseguir resultados
contraproducentes. Existen unas brochas de arrastre, que limpian el exceso de polvos (son
anchas pero con muy poco pelo). Las más densas, en cambio, se usan para aplicar el
colorete. Comprueba que los pelos de la brocha no se desprenden.
- Borla: Es el método más clásico para
empolvarse el rostro. La borla grande y suave permite que los polvos sueltos se repartan
de forma uniforme por toda la cara. Después de usarla es posible que debas pasarte una
brocha de arrastre para eliminar el maquillaje sobrante.
Higiene
Una vez que has elegido los instrumentos
adecuados debes observar un riguroso ritual que te permita mantenerlos siempre en
perfectas condiciones. De la misma forma que, al llegar la noche, eliminas el exceso de
maquillaje de tu rostro, los pinceles, las brochas y las esponjas deben permanecer limpias
entre un uso y otro. Después de utilizar los instrumentos de maquillaje debes someterlos
a una exhaustiva limpieza.
- Normalmente unas gotitas de jabón y una
ducha de agua templada bastarán. Pero si es necesario puedes utilizar algún
producto desmaquillador.