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No hace falta volver a casa y cambiarse por completo el look
ni el maquillaje. Con estas técnicas, aprende a pintarte a las 8 de la mañana para que,
con retoques inteligentes, luzcas espléndida al llegar la noche.

En los tiempos en que vivimos, es preciso
no perder tiempo, valga la redundancia. Por eso, al terminar la jornada de trabajo, casi
siempre llegamos agotadas y el maquillaje, se ha vuelto inexistente. Lo más probable es
que la sombra se haya convertido en dos líneas finas y el rubor corra un destino aún
peor: brille por su ausencia.

Lo que ocurre es que a lo largo del día el
maquillaje se va evaporando y mezclando con la oleosidad de la piel y la polución
ambiental, formando una combinación fatal. Sin embargo, si utilizamos correctamente los
productos indicados y seguimos los consejos de los profesionales podemos lograr un rostro
perfectamente arreglado como si recién nos hubiéramos pintado.

1-En la oficina: Fresca y natural

Con el pelo recogido y la cara súper
despejada, lo ideal es buscar un look suave para empezar el día, tanto en el trabajo como
para hacer trámites fuera de casa.

En primer lugar, hay que aplicar un
corrector de ojeras suave. Para elegirlo sin equivocaciones, es necesario tener en cuenta
el color de la piel; si es muy blanca, debe ser nº1, los cutis rosados, nº 2 y las
pieles más oscuras, nº 3. Luego, se coloca una base translúcida con poca oloesidad, del
tipo soluble, libre de aceites. El paso siguiente es el rubor cremoso, si la piel no es
muy grasa (si no, hay que optar por uno compacto). El efecto cremoso se puede hacer en
casa mezclando en partes iguales colorete y crema humectante.

La sombra elegida es un must de la
temprada: uva bordó, tiene pigmentos negros y azules y se aplica sólo una cantidad
mínima a partir del nacimiento de la pestañas hasta cubrir todo el párpado. Bajo la
ceja, se aplica una pequeña dosis de iluminador mate, para dar luz. Los labios se usan
con un brillo uva, transparente.

2- A la tarde, cálida y sensual

Para ir a un cóctel o a un evento después
de las cinco, nada mejor que un brushing en el pelo y un toque de frescura en el
maquillaje. Hay que llevar siempre un rociador con agua mineral en la cartera, para
revitalizar la piel . Conviene dejar que los poros absorban la humedad y luego dar
pequeños golpecitos con una esponjita para reacomodar la base (nunca volver a colocar
más encima de la ya aplicada). Si las ojeras están muy marcadas, puedes retocarlas con
polvo compacto. La boca se mantiene intacta con más brillo, pero si desea acentuarla, lo
mejor es darle un toque de color a los labios.

3- Una noche especial

Aunque no sea una salida demasiado
elegante, es necesario otro retoque de maquillaje. Para la noche, se usa un rubor compacto
y sobre los párpados, hay que acentuar la sombra al tono con la ropa.

Para reforzar la mirada, se la remarca con
un lápiz negro. La clave del cambio está en la boca: un rouge bien cremoso con un brillo
metalizado aplicado con un pincel sobre la boca previamente delineada con lápiz bordó.

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