Suele suceder con
frecuencia en las familias, que los papás opinen
negativamente acerca de las amistades y/o noviazgos de los hijos. Las
razones que dan cuando alguien no les cae para sus hijos, tienen que
ver con sus propios gustos, valores y sobre todo con las expectativas
que tienen de que sus hijos se relacionen y se vinculen afectivamente
con personas que estén en una mejor posición social, cultural
y económica o por lo menos igual a la que tienen. Esto es válido
como aspiración, más no como condición para rechazar
injusta y discriminadamente a personas que puedan valer la pena.
A veces tienen razón
(cuando rechazan a alguien por flojo, alcohólico, drogadicto,
inestable, comprometido previamente con alguien más, con antecedentes
de conducta delictiva, etc.), y nuestra sugerencia es que escuches con
atención sus argumentos pues tratan de evitarte un fracaso.
A veces no tienen
razón (cuando rechazan a alguién por juicios de valor
subjetivos: moreno o negro, feo, bajito de estatura, obeso, pobre, de
familia desconocida, de posición social baja, etc.). Te sugerimos
te fijes muy bien con quién andas y luego tomes decisiones al
respecto.