Para poder evaluar la
respuesta del corazón al ejercicio se suele realizar la conocida “prueba
de esfuerzo”, un electrocardiograma que se registra realizando una
actividad.
El esfuerzo se suele realizar sobre una cinta rodante o bicicleta
siguiendo un protocolo de ejercicio progresivamente más duro por etapas.
Su utilidad principal
es el diagnóstico de angina de pecho.
Otras indicaciones incluyen la
evaluación del tratamiento de la angina de pecho, estudio de provocación
de arritmias, evaluación de la capacidad de ejercicio físico, estudio
de riesgo tras un infarto de miocardio, y estudio de hipertensión
arterial.
La indicación de la prueba de esfuerzo debe realizarla un médico que
descarte posibles contraindicaciones.
Es una prueba segura con un índice
de complicaciones muy bajo.
En la población general su sensibilidad y especificidad para la
detección de enfermedad en las arterias coronarias es del 68% y 70%
respectivamente.
Indicaciones bien establecidas:
– Pacientes con dolor torácico sugestivo de angina de pecho.
– Valoración inicial de un paciente con enfermedad coronaria (EC) conocida.
– Empeoramiento en el estado de un paciente con EC conocida.
– Tras un infarto, antes del alta del hospital, para valoración de
pronóstico, prescripción de ejercicio físico y evaluación de tratamiento
médico.
– Tras un infarto, después del alta del hospital si no se practicó antes con los mismos objetivos.
Indicaciones no tan establecidas pero aceptadas por muchos:
– Tras revascularización coronaria (By pass o angioplastia) para prescripción de programa de rehabilitación.
Indicaciones no tan establecidas aceptadas por menos:
– Pacientes con dolor torácico y baja probabilidad de enfermedad coronaria en base a edad, síntomas y sexo.
– Pacientes coronarios con síntomas estables para valorar tratamiento.
– Personas con factores de riesgo múltiples.
– Hombres de > 40 años y mujeres de > 50 años sin síntomas que planean:
– Empezar a hacer ejercicio en serio.
– Profesionales de quienes depende la vida de otros de forma directa.
– Alto riesgo de enfermedad coronaria por sufrir otras enfermedades.