Se ha comprobado que una alimentación completa
y debidamente balanceada, no nada más proporciona energía que requiere
nuestro organismo si no que también contribuye a fortalecer nuestras
defensas, previniendo distintas enfermedades.
Estamos conscientes que lograr este objetivo no
es nada fácil, pues en las modernas sociedades prevalecen las aceleradas
condiciones de vida, originando que un porcentaje muy bajo de la población
no tenga tiempo de cuidar sus hábitos nutricionales, un ejemplo muy
sencillo es el tratar de comer a sus horas y en las cantidades
necesarias.
Las más recientes investigaciones realizadas en
laboratorios médicos de todo el mundo, han identificado a un grupo de
sustancias denominadas ANTIOXIDANTES, las cuales representan
un papel decisivo en la prevención y lucha de algunos procesos
degenerativos como son: la artritis, el mal de Alzheimer, el cáncer e
inclusive pueden ayudar a retrasar los efectos negativos del
envejecimiento.