Como ya sabemos existen diversos tipos de piel, aunque quizás no sepas con exactitud cuál es la tuya, así pues ¡vamos a descubrirlo.
Lo primero que debemos hacer es limpiar bien la cara y relajarla un ratito, ahora ya estamos preparadas para mirarnos bien al espejo.
Piel normal: Si tu piel tiene un aspecto sano y terso, no tienes poros abiertos, ni manchas, granos, puntos negros o acné, .
Piel grasa: Presenta poros dilatados, espinillas o barros, y sueles tener la cara brillante.
Piel mixta:También puede ocurrir que tengas una piel grasa en la frente, nariz y barbilla, y en el resto de la cara una piel normal.
Piel seca-grasa:Si tienes la piel fina con pequeños poros, aunque sin puntos negros, y notas en ocasiones tirantez.
Piel seca-húmeda: Si por el contrario si que tienes puntos negros y notas una piel grasienta en frente, nariz y barbilla.
Piel envejecida: Cuando existe una gran sensación de sequedad, comiencen a aparecer arrugas e incluso manchas en los párpados y las sienes.
Piel sensible:es aquella que aunque de apariencia normal, tiende a la sequedad, se irrita con bastante facilidad y hasta se puede llegar a observar pequeñas venitas en la zona de la nariz.
A continuación, pequeños consejos de cómo cuidar cada tipo de piel. Lo primero que debes saber es que existen diversas causas que influyen negativamente en ella, como son pocas horas de sueño, las tensiones o preocupaciones, el tabaco, el alcohol, una mala alimentación, tomar poca cantidad de agua, e incluso llevar una vida excesivamente sedentaria; por el contrario, será beneficioso que tomemos al menos dos litros de agua al día, así como abundantes frutas y verduras.