Lo normal es que se pierdan cerca de 50 cabellos diarios. Más de eso debe ser motivo de preocupación.
Las causas pueden ser factores genéticos, envejecimiento, enfermedades cutáneas locales u otras que afectan al organismo en general.
Puede consultar a su dermatólogo, pero hoy existen muchas marcas dermatológicas y cosméticas que han formulado productos especiales anticaída y de tratamiento. Y si eso no la deja tranquila, puede optar por la vía de lo natural.
Después de los 25 años, uno de los grandes problemas es la caída del cabello. En mujeres es menos frecuente que en hombres, pero es, de todos modos, más recurrente de lo que imaginamos.
Puede ser el resultado de factores genéticos, de envejecimiento, de enfermedades cutáneas locales y de las que afectan al organismo en general.
Existen dos tipos de pérdida de pelo. Una es llamada calvicie de distribución femenina que, por lo general, provoca el aclaramiento del cabello en la frente, en los laterales o en la coronilla. Rara vez progresa hasta una pérdida total del cabello.
La alopecia tóxica puede aparecer como consecuencia de una grave enfermedad con fiebre elevada. En dosis excesivas, algunos fármacos (en especial el talio, la vitamina A y los retinoides) pueden provocar calvicie. Lo mismo sucede con varios fármacos antitumorales. La calvicie también puede ser el resultado de una disfunción de la glándula tiroides o de la hipófisis, o incluso suele suceder después del embarazo. Puede caerse también después de tres o cuatro meses de padecer la enfermedad u otro trastorno. En general, la pérdida del cabello es temporal y luego vuelve a crecer.
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