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Con la llegada del verano y la radiación ultravioleta a la orden del día, los expertos recomiendan extremar los cuidados de la epidermis. Las personas de tez blanca y las morenas necesitan distinto tipo de cuidados. Sepa cuáles son.

El sol en verano es sinónimo de playas y piscinas, pero también de un aumento en la intensidad de los temidos rayos ultravioleta. Para evitar consecuencias tan desagradables como las manchas en la epidermis, pecas, arrugas y hasta un cáncer en el tejido cutáneo es necesario brindar un correcto cuidado a la piel, de acuerdo a sus características. Existe una clasificación que separa los distintos tipos de piel de acuerdo a su color y sensibilidad a los rayos solares.

Aquí van las claves

• Colorinas y casi albinas:
Las pieles que requieren mayor resguardo son las extremadamente sensibles. Son mujeres de tez blanca, asociadas a ojos y cabellos claros y con tendencia a las pecas. Nunca se broncean y sólo consiguen un color rojo en el cuerpo. El tiempo de autoprotección, es decir, el período en que hay un menor riesgo de quemadura, es de 5 a 10 minutos de exposición al sol. Desde los 11 minutos están en riesgo. Deben ocupar un factor de protección solar (FPS) sobre 30.

• Muy sensibles: Tienen los mismos coloridos que las mujeres de la categoría anterior, con la diferencia que se pueden tostar levemente. También deben usar un filtro solar con factor 30. La cantidad de tiempo que pueden estar al sol sin peligro es de 10 a 20 minutos. Ambos grupos deben extremar los cuidados, ya que tienen una mayor posibilidad de cáncer en el tejido cutáneo.

• Color mate: Estas personas tienen pelo castaño, no les salen pecas y su piel es ligeramente color mate. A pesar de que se broncean con facilidad y raramente producen una quemadura, siguen teniendo la piel sensible. Deben aplicarse un filtro con factor 15 a 25. El tiempo de autoprotección es de 15 a 20 minutos.

• Morenas:
Las mujeres de cabellos oscuros o negros y piel morena tienen una epidermis poco sensible. Al exponerse al sol logran un color café casi de inmediato. El tiempo de autodefensa es de 20 a 30 minutos y deben utilizar un factor solar de 15 a 20.

• Niños: Especial cuidado hay que tener con las pieles infantiles. Los niños no tienen desarrollados mecanismos de autoprotección, por lo que se queman con facilidad. Los menores de un año no deben ser expuestos directamente a las radiaciones solares. Tienen que utilizar un protector solar sobre 35.

La protección solar es fundamental. “Estos productos deben proteger tanto de los rayos UVA como UVB y ser resistentes al agua. No hay que ser mezquinos en su aplicación y se debe colocar de forma regular por todo el cuerpo”, advierte la dermatóloga, asesora de la Corporación Nacional del Cáncer.

Además, tienen que estar testeados dermatológicamente y seguir la norma de medición australiana para los rayos UVA. Este país posee el mayor porcentaje de cáncer en la piel, por lo que se han preocupado de desarrollar protectores de alta calidad.

Siempre es bueno recordar que el filtro se debe aplicar media hora antes de exponerse al sol y se tiene que reponer cada una o dos horas. Sobre todo después del baño, ya que el secado de la toalla lo elimina hasta en un 80%. Incluso se debe utilizar en días nublados, ya que un alto porcentaje de radiaciones llega de igual forma a la piel.

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