Previamente a la utilización de una máscara, hay que preparar la piel para obtener un mejor contacto y un mejor resultado.
El primer paso de todo tratamiento, tanto facial como corporal, es la higiene. Se pueden usar leche de limpieza, crema de limpieza con pH balanceado, crema pulidora exfoliante (facial y corporal) o crema pulidora intensiva (corporal).
El segundo paso es la tonificación a través de una loción descongestiva, loción astringente o loción tónica (según sea el caso a tratar).
El tercer paso es la colocación de la máscara correspondiente y su remoción luego del tiempo estipulado (en general, de cinco a 15 minutos).
La rutina finaliza con una crema que también vaya acorde al propósito de la mascarilla.
Piel Seca
Este tipo de piel tiene aspecto escamoso y se arruga fácilmente.
* De pepino y yogur
Corte un pepino sin pelar y lícuelo con un pote de yogur natural. Extienda sobre el rostro y déjela sobre él durante 10 minutos. Luego, enjuague con agua tibia.
* De yema de huevo, aceite y limón
Mezcle una yema con 1/2 cucharadita de aceite de oliva y jugo de limón. Lave el rostro y extienda bien, evitando el área de los ojos. Deje durante 10 minutos y luego enjuague.
* De plátano y miel
Triture un plátano maduro con un tenedor y agregue 2 cucharadas de miel y una cucharada de yogur cultivado natural. Puede utilizar una licuadora. Procure que la miel esté algo tibia para que se mezcle con los demás ingredientes. Aplique una cantidad generosa en cara y cuello. Retire al cabo de 15 minutos.
Piel Grasa
La limpieza suave, la aplicación regular de calor y el empleo ocasional de una mascarilla de acción profunda es la mejor manera de tratar este tipo de piel, que suele presentarse con manchas y acné, sobre todo en adolescentes.
* De clara de huevo y harina de maíz (chuchoca)
Mezcle una clara de huevo con una cucharada de harina de maíz. Extienda la mezcla sobre la piel limpia y deje durante varios minutos, hasta que la sienta seca y tensa. Quite lo que pueda con un pañuelo seco y enjuague bien con agua fría después de unos 10 minutos.
* De aloe vera y rosas silvestres
Debe contar con 1 cucharada de infusión fuerte de rosas silvestres, 4 cucharadas de aloe vera en gel (debe ser puro) y 1 cucharadita de infusión de romero.
Vierta poco a poco la infusión en el gel de aloe vera y revuelva. Deberá conseguir la consistencia de un gel ligero (quizás no necesite toda la infusión). Añada la infusión de romero y vuelva a mezclar bien. Cuando tenga lista la preparación, póngala en el refrigerador, porque debe aplicarla bien fría y quitarle del rostro cuando ya tenga la temperatura natural de la piel (esta mascarilla no se seca mucho).