A Los cuarenta la mujer siempre Bella
El desastre de los 40 años es actualmente un mito. Las mujeres pueden lucir estupendas a esa edad si han cumplido y cumplen con una rutina completa de cuidado de su piel. La industria cosmética ha creado maravillas basándose en la propia naturaleza: la coenzima Q10, la coenzima R y las vitaminas A y E trabajan efectivamente en la reducción de las arrugas.
Hace unos años, la cuesta abajo empezaba a los 30. Y los 40 eran el comienzo del fin, inspiración para los más temidos conceptos referidos al desastre. Hoy, la situación es tan distinta que da gusto. En parte, porque las décadas han ido alargando biológica y socialmente su juventud, y también porque la industria cosmética ha creado maravillas que mantienen lozanía y firmeza, dos características que la piel va perdiendo con los años.
Ahora, los 40 años pueden ser perfectamente el momento ideal para lucir nuevos brillos. Eso se logra sólo de dos maneras: cuidando la salud de la piel y enfatizando la luminosidad en el maquillaje. En este sentido, menos es más, porque el secreto de una imagen juvenil y moderna es el uso moderado de pinturas sobre la cara. El mejor ejemplo contrario es el de la actriz Joan Collins, que parece llevar un rostro pintado sobre una careta blanca, y su imagen resulta extremadamente pesada y artificial.
Lucir joven y bella es mucho más fácil de lo que se piensa. Todos sabemos que los ojos, el cuello y los labios envejecen antes que cualquier otra parte de la cara, y una piel bien cuidada es básica para lograr el objetivo. El énfasis, entonces, hay que ponerlo en la limpieza diaria.
No se puede tener una piel lozana y tersa sin tener la costumbre de retirar bien el maquillaje todas las noches. Es imprescindible también remover bien, aunque muy delicadamente, la pintura de ojos. Por ningún motivo se le debe dar tirones a la piel.
Según los expertos, después de los 40, aunque se vea muy bien, la piel necesita más hidratación, y no sólo en la cara, los ojos y el cuello, sino en las manos, las piernas y el cuerpo. La opción debería ser un producto ultrahidratante y el mejor momento para aplicarlo es después del baño, con la piel húmeda, para que lociones y cremas penetren profundamente.
Es importante recordar que las manos se manchan (en el 99 por ciento de las veces, debido al efecto del sol y los rayos ultravioleta), y para combatirlas existen cremas protectoras que bloquean totalmente el sol, igual que exfoliantes para remover células muertas.
A medida que envejecemos, los labios se afinan y pequeñas arruguitas comienzan a aparecer en sus contornos, lo que muchas mujeres combaten equivocadamente usando exceso de lápiz labial y delineadores muy obvios. Hay cremas y tratamientos efectivos para los labios, porque les devuelven hidratación, y así vuelven a tener una apariencia más suave y llena.
¿Por qué?
Tres factores son los responsables de la reducción de vitalidad en la piel a partir de los 40 años.
En primer lugar se encuentra el envejecimiento cronológico, que ocurre cuando, con el paso del tiempo, el metabolismo de la piel se reduce y el reemplazo de células se hace lento. Resultado: una piel gradualmente más delgada y menos radiante, debido a la disminución en la producción de proteínas, lípidos y colágeno.
El segundo factor es el envejecimiento ambiental, producto de la radiación solar y la contaminación ambiental, ambos generadores de radicales libres que deterioran las células sanas. La consecuencia es la pérdida de elasticidad.
Y el tercer factor es el envejecimiento hormonal, que se origina porque, a partir de los 30 años, los niveles de estrógenos (hormona femenina) comienzan a declinar. Esta merma reduce los carbohidratos en el metabolismo, causando la acumulación de azúcares y dando como resultado la flacidez y pérdida del tono de la piel. Los tratamientos denominados lift tienen funciones de levantamiento del rostro, y de ellos hay muchìsimos en el mercado. Los efectos son semejantes a los de un refrescamiento facial.