Uno de los usos nuevos del láser es el tratamiento de arrugas faciales. Actualmente, la gente tiene una edad de 45 años y una piel de 60, sobre todo debido al exceso de sol y a la falta de cuidados.
La forma de revertir este proceso es un tratamiento integral. Este es un nuevo concepto que está llegando desde Estados Unidos y Europa y que ve a la piel como a un todo. Es decir, el problema puede tratarse con una combinación de cremas, bisturí y láser.
-En el envejecimiento facial existen cuatro causas: la primera es el paso del tiempo. Segundo, los músculos de la mímica que generan líneas de expresión; tercero, la fuerza de la gravedad, que hace que desciendan nuestros tejidos y se produzcan surcos y descensos de estructuras cutáneas.
Y por último, el daño solar. Para cada una de estas causas hay un tratamiento. Los antioxidantes son una muy buena alternativa para frenar los efectos del tiempo. Para el músculo de la mímica, el botox, una toxina que aplicada en dosis muy pequeñas logra inhibir la contracción muscular. La cirugía plástica es capaz, mediante cortes e inserciones, de reposicionar la piel. Y, por último, el daño solar y las arrugas finas se tratan con el láser. Su manera de intervenir en el rejuvenecimiento facial es evaporando la piel más vieja. El efecto es como un lijado que deja aparecer una piel nueva y revitalizada. Nada se saca estirando una piel muy envejecida.