Nutritivas, reafirmantes o regeneradoras, las cremas destinadas a prevenir, restaurar y atenuar arrugas deben comenzar a usarse a partir de los 25 años.
Para lograr buenos resultados, se aconseja colocar la crema hidratante habitual durante el día y utilizar una nutritiva por la noche (ambas pueden contener activos reafirmantes).
Una buena crema es la que:
* Aporta mayor hidratación a la piel. Lo primero que tiene que notarse es que ésta se vuelve más elástica y más suave.
* Atenúa las líneas de expresión. Con el uso de un producto nutritivo se retrasa la aparición de las primeras arrugas y se atenuarán si ya están instaladas.
* Alisa la piel y la torna más luminosa. Esto lo consiguen, en general, las fórmulas con alfahidroxiácidos.