La piel se relaja en la noche y se vuelve mucho más receptiva a la aplicación de productos de belleza. Aproveche la instancia y nútrala con todas aquellas cremas o lociones que no puede ocupar de día porque le parecen pesadas. En la oscuridad y en silencio, vitaminas y otros principios activos trabajan arduamente.
Después de una buena limpieza, la mejor crema nutritiva. No hay mejor receta para mantener la piel en buen estado. Por la noche, aprovechando el descanso, la circulación sanguínea y el ritmo respiratorio mejoran, ayudando a la nutrición interna de la piel. Externamente, los productos cosméticos potencian su poder nutriente, regenerativo, desfatigante, tensor y antioxidante. Los efectos se hacen más intensos y efectivos.
Ni siquiera es necesario embetunarse con productos tremendamente grasos, porque las nuevas formulaciones son mucho más ligeras que antes, de gran capacidad de penetración, algunas son incluso imperceptibles.
Durante el día, la piel está amenazada por la contaminación, los cambios de temperatura y el sol. Los productos que se deben utilizar, por lo tanto, son mayormente defensivos. Las cremas de noche, sin embargo, cumplen una función de barrera contra la polución, los rayos ultravioletas y la deshidratación producida por las diferencias de temperatura y el estrés. Las agresiones que sufre la piel durante el día generan, con efecto retardado, unas enzimas que se dedican a atacar las fibras de colágeno. La industria cosmética, en constante crecimiento, brinda principios activos que pueden aprovecharse en horas de la madrugada para reparar arrugas, calmar las irritaciones o nutrir: antioxidantes como la vitamina C y regeneradores como el ácido hialurónico, la vitamina A, los AHA, además de un sinnúmero de elementos que aportan luminosidad y que dinamizan la piel.