Conocidas también como paño o manto, las manchas llegan al rostro de la embarazada como consecuencia de la revolución hormonal. Para que no aparezcan o aumenten, debe evitar las exposiciones al sol y usar siempre crema con protector solar.
Muy importante: los productos cosméticos que ponga en el rostro no deben contener alcohol.
El paño puede manifestarse hacia el cuarto o quinto mes de embarazo, mediante manchas irregulares en la frente, las sienes, los pómulos y las mejillas.
En todo caso, el fenómeno, como es puramente hormonal, desaparece progresivamente después de dar a luz.
Si eso no sucede, se hace obligatoria la visita al dermatólogo.
Si sus manchas son muy ligeras y se asemejan más bien a unas cuantas pequitas, perfectamente puede disimularlas uniformando su piel con una base o un polvo compacto en un tono mayor al suyo.
Otro consejo:
Deje que su piel respire lo más posible. Lávese antes de acostarse con un jabón suave o una leche limpiadora. Al terminar el proceso, aplique una hidratante hipoalergénica.
Tenga especial cuidado con la piel del contorno de los ojos y utilice un producto específico para eliminar el maquillaje de esta zona.
Si al final del embarazo se le hinchan cara y cuello, esto puede deberse a retención de líquido.
Para disminuir este efecto, colóquese en el rostro una toalla empapada en agua fría o una mascarilla descongestionante.