Se presentan en forma de gel o crema y contienen diminutos gránulos exfoliantes de distintos tamaños que, al aplicarlos sobre la piel húmeda, facilitan su limpieza, eliminan las células muertas, liman las rugosidades y revitalizan la piel. Todos llevan elementos emolientes y suavizantes como el aceite de semillas, que proporciona un exquisito confort. En el cuerpo, se aplican en vientre, caderas, nalgas y extremidades, prestando especial atención a las zonas más secas y ásperas. Bajo la acción de este masaje, la textura se transforma rápidamente, permitiendo la salida de todos los principios activos que contienen los gránulos. Es conveniente usarlo sobre la piel húmeda, ya que en ella se deslizan mucho mejor los productos que emulsionan con el agua, formando una leche suave capaz de arrastrar todas las impurezas.
La elección del exfoliante está dictada exclusivamente por el gusto personal, ya que todos realizan la misma función sobre las mismas bases. Los que se presentan en gel son más frescos. Los que vienen en cremas son más suaves.