Para evitar que el acné y las posibles cicatrices se conviertan en un trastorno de por vida, hay que tratarlo lo antes posible cuando hace aparición. Si el acné no se atiende o se trata inadecuadamente, es probable que termine en cicatrices, sobretodo en la cara.
Cuando se padece de acné nódulo quístico, y si no se trata a tiempo, es muy posible que queden cicatrices en la piel. En estos casos y cuando se trata de casos de acné muy severo, conviene acudir a un dermatólogo que pueda recetar al paciente algún tratamiento mas fuerte para combatir este tipo de acné.
Después de aparecido el acné, se pueden tomar algunas precauciones para evitar la posterior aparición de cicatrices:
Para evitar que queden cicatrices, es importante no apretarse los granos uno mismo. Al apretarlos, se esta favoreciendo que el pus se esparza por todo el poro, generando la aparición de más granos. El grano que se ha reventado no se ha curado como es debido y puede dejar marcas o cicatrices.
No hay que exponerse al sol. Los rayos solares son perjudiciales para la piel y pueden empeorar la curación del acné. Además, la exposición al sol favorece la aparición de cicatrices pigmentadas.
Utilizar alguna crema que ayude a reducir la probabilidad de que queden cicatrices a causa del acné. Estas cremas están especialmente diseñadas para aportar a la piel componentes necesarios que ayudan a la regeneración de los tejidos dañados.
Evitar tocarse continuamente la zona afectada por el acne. Al tocar continuamente los granos, es probable que queden bacterias en la piel en la zona afectada. Estas bacterias provocarán que se infecte el grano, empeorando el cuadro y dando más posibilidades a la aparición de cicatrices.
Mantener limpia la zona afectada por el acné. La acumulación de suciedad y bacterias favorece que los granos se infecten. Para limpiarse, se recomienda utilizar jabón neutro o jabón de glicerina. Estos jabones son los mejores para la piel ya que no tienen fragancias ni otros componentes que pueden resultar perjudiciales.