La capacidad para organizar el
tiempo es una habilidad muy requerida en el mundo universitario y laboral, pero
poco desarrollada en el colegio secundario. Hay mucho que los maestros pueden
hacer, y de hecho hacen para ayudar a los chicos a aprender a organizar su tiempo
más eficazmente. Sin duda una de las herramientas más valiosas con las que cuenta
el docente es: él mismo. Es por esto que considero que la mejor manera de desarrollar
en los chicos estas destrezas, es a través del ejemplo, de lo que en psicoterapia
se denomina : “modelado”. Esto consiste en mostrar a los chicos como se hace
algo, haciéndolo.
Es decir, en este caso un buen
modelado para enseñar a los chicos a anticipar y organizar eficazmente su trabajo
en relación al tiempo con el que disponen sería:
1) Entregar a principio de año
un almanaque diseñado lo más graficamente posible que contenga señalado:
– Los tres trimestres (cuándo
empieza y termina cada uno)
– Las vacaciones de invierno
(fecha de inicio y finalización)
– La fecha de fin de clases.
– Las fechas de los recuperatorio.
– Festivos
– Eventos de importancia para
el curso (campamentos, fiesta del deporte, etc)
2) Colgar un almanaque mensual
(a renovar cada mes) con las principales actividades de los chicos: pruebas,
entregas de trabajos importantes, etc. de todas las materias. El mismo puede
ser entregado ya completado por los profesores o pegarse vacío y nombrar un
delegado que anote las actividades mencionadas cada vez que un profesor las
da.
3) Recomendar el uso de agendas.
Trabajar ventajas y desventajas de los diferentes tipos de agenda y recomendar
el uso de la agenda “semana a la vista” (la que permite una visualización global
de todos los días de la semana en una misma hoja). Luego, cada vez que se da
una tarea, sugerir que lo anoten en las agendas.
4) Enseñar a los chicos a llevar
un registro de la cantidad de tiempo que les lleva cada actividad que realizan
(ir al colegio, mirar TV, estar en la compu, etc.). Para esto se les puede sugerir
que hagan una grilla de doble entrada que contenga los días de la semana (de
Lunes a Domingo) y las horas del día (de 7 a 24). Luego se les pide que durante
una semana registren en esa grilla lo que hacen hora por hora (usando abreviaturas
y obviando detalles como lavarse los dientes, etc.). Con la grilla completa
se puede trabajar la cantidad de tiempo que dedican a cada actividad y los resultados
que obtienen . A partir de esos datos se pueden armar un horario personal distribuyendo
mejor las actividades.