La menopausia es un proceso que ocurre a lo largo de un periodo de
10 años. Comienza cuando el cuerpo de una mujer empieza a reducir la
producción de estrógenos y progesterona, las hormonas responsables para
la ovulación y del mantenimiento del embarazo. Las ovulaciones y los
periodos menstruales se vuelven irregulares, y finalmente cesan. El
promedio de edad cuando las mujeres tienen su última regla es a los 51
años, aunque el proceso puede comenzar en cualquier momento entre los
cuarenta años, y finales de los cincuenta.
Las fluctuaciones hormonales que caracterizan la menopausia pueden
deshacer el control sobre la glucosa que tanto ha costado de obtener.
Al haber menos progesterona, la sensibilidad hacia la insulina puede
aumentar, pero al haber también menos estrógenos, aumenta también la
resistencia a la insulina. La cesión de estas hormonas además puede
aportar otros cambios que pueden empeorar las complicaciones de la
diabetes. Por ejemplo los niveles reducidos de estrógenos incrementan
el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que de entrada es mayor
para personas con diabetes, y la osteoporosis.
A estos problemas se les añade el hecho de que muchas mujeres
engordan y reducen se sienten menos activas durante este tiempo, lo
cual repercute en dificultades de control de glucosa añadidas.
Por lo tanto es de vital importancia planificar una dieta
alimenticia baja en grasas, con suplementos de calcio si es necesario,
y mantener, incluso aumentar el nivel de actividad. Estas medidas
ayudarán a reducir su riesgo de enfermedades cardiovasculares porque
mantendrán un nivel de colesterol bajo, y le protegerán contra la
debilidad ósea de la osteoporosis.
Terapia de sustitución de hormonas
Las mujeres también deberían discutir con su médico si la terapia
de sustitución de hormonas les puede convenir para reducir los síntomas
de la menopausia. A parte de reducir síntomas (como escalofríos de
calor), podría reducir los riesgos de enfermedades cardíacas, infartos,
osteoporosis y vaginitis.
En el pasado se les recetaban estrógenos puros a las mujeres
menopáusicas, pero resultó incrementar el riesgo de cáncer uterino. No
obstante, actualmente a mujeres que todavía tienen su útero se les da
un tipo de progesterona junto con los estrógenos para evitar esta
complicación. Algunos estudios han demostrado que la terapia de
sustitución de hormonas puede aumentar el riesgo de cáncer de mama,
aunque el riesgo de morir de trastornos cardíacos para mujeres
post-menopáusicas es mucho mayor al riesgo de contraer cáncer de mama
por la ingestión de hormonas. Aún así muchos médicos son reticentes a
recetar hormonas a pacientes que de entrada tienen un riesgo elevado de
contraer cáncer de mama.
A las mujeres diabéticas les afecta la consideración adicional de
la necesidad de controlar los posibles efectos de los niveles de
hormonas sobre los niveles de glucosa.
Si someterse a una terapia de sustitución de hormonas o no es una
decisión personal que debe tomar una vez haya obtenido toda la
información de su médico.
Infecciones vaginales
Después de la menopausia el riesgo de infecciones de la flora
vaginal (vaginitis) de las mujeres diabéticas aumenta. Al bajar los
niveles de estrógenos, los hongos y las bacterias vaginales tienen
mayor facilidad de propagarse, sobre todo si os niveles de glucosa son
demasiado altos frecuentemente. (Es porque estos hongos viven en
lugares húmedos y cálidos, con una fuente de alimentación – glucosa).
Estos son unos consejos para evitar las infecciones de hongos después
de la menopausia:
- Procure mantener su glucosa sanguínea bajo control.
- Lávese con frecuencia para mantener el riesgo de infección bajo.
- Si
se ve particularmente afectada por infecciones vaginales, pruebe comer
yogur con culturas activas a diario. Existe alguna evidencia de que las
bacterias del yogur ayudan a prevenir la propagación de los hongos en
el tracto digestivo y la vaginitis.