La diabetes puede afectar los riñones, haciendo que los mismos no funcionen. Los riñones ayudan al cuerpo a mantener un nivel adecuado de líquidos y a filtrar los desechos dañinos. Estos desechos, también llamados urea, se eliminan del cuerpo en la orina. La enfermedad de los riñones (o nefropatía), consecuencia de la diabetes, puede alterar la función de estos órganos.
La diabetes afecta los riñones causando daño a las partes del riñón que filtran los desechos del cuerpo. Una vez afectado, el riñón no logra llevar a cabo su función en el cuerpo y se acumulan los desechos en la sangre. Se altera también el equilibrio de la cantidad de líquido en nuestro cuerpo. Cuando fallan los riñones, la persona tiene que dializarse, o sea, recibir tratamiento para filtrar la sangre varias veces a la semana, o bien, recibir un transplante de riñón.
Usted puede hacer mucho para tomar el control de su diabetes y así prevenir problemas con sus riñones. Estudios recientes han demostrado que si usted mantiene un nivel normal de azúcar en la sangre puede prevenir o retardar las enfermedades de los riñones.
Es también muy importante mantener la presión de la sangre a un nivel normal. La presión alta o hipertensión, contribuye a las complicaciones de los riñones. La comida que contiene mucha sal y el nivel alto de azúcar en la sangre contribuyen a la presión alta.