Algunas personas que padecen cáncer metastático no tienen síntomas.
El cáncer metastático se encuentra con rayos X y otras pruebas que se
realizan por otras razones.
Cuando los síntomas de cáncer
metastático surgen, el tipo y la frecuencia de los síntomas dependen
del tamaño y la ubicación de la metástasis. Por ejemplo, el cáncer que
se disemina a los huesos suele causar dolor y puede llevar a fracturas.
El cáncer que se disemina al cerebro puede causar varios síntomas,
inclusive dolores de cabeza, convulsiones e inestabilidad. La falta de
respiración puede ser una señal de que los pulmones están afectados. La
hinchazón abdominal o ictericia (piel amarilla) pueden indicar que el
cáncer se ha diseminado al hígado.
Algunas veces se
descubre que alguien padece cáncer primario después de que el tumor
metastático causa síntomas. Por ejemplo, un hombre con cáncer de
próstata que se ha diseminado a los huesos de la pelvis puede tener
dolor en la parte inferior de la espalda (causado por el cáncer en los
huesos) antes de que tenga síntomas por el tumor primario en la
próstata.