El estrógeno es muy efectivo para tratar síntomas de la menopausia
como sofocos de calor, insomnio y sequedad vaginal. El estrógeno parece
no ser un tratamiento efectivo de estos síntomas cuando suceden en
mujeres de más edad.
Las hormonas después de la menopausia pueden mejorar el humor y el
bienestar psicológico de mujeres que tienen sofocos de calor e insomnio
durante la menopausia, pero no deberán ser usadas para tratar los
síntomas de una depresión mayor. Se ha reportado que el estrógeno
impide la pérdida de la memoria, retrasa el inicio de la enfermedad de
Alzheimer y mejora la incontinencia urinaria. Sin embargo, no existen
datos convincentes de estudios clínicos que apoyen estas afirmaciones.
Después de cinco años de seguimiento de mujeres que tomaban la
terapia combinada, la Women's Health Initiative informó que había
habido una reducción del 37 por ciento de casos de cáncer colorrectal
en comparación con las mujeres que tomaban el placebo. Se necesitan más
estudios para confirmar este resultado.
Las mujeres que usan estrógeno más progestina tienen un riesgo
mayor de coágulos en la sangre, de enfermedad de la vesícula
biliar y ataque cerebral. También se ha informado
de un aumento de casos de coágulos de la sangre en los pulmones
(embolismos pulmonares) e inflamación de las venas (tromboflebitis) con
el uso de hormonas.
Fuente: Instituto Nacional del Cáncer
http://www.cancer.gov/espanol/