Los bebés prematuros tienen una curva de ascenso
de peso más lenta que un bebé de término
debido a que ingieren cantidades muy pequeñas
de leche. Se comienza con un centímetro cúbico
cada vez.
Más importante que el aumento del peso, es
valorar el tono muscular, estado de alerta, y respuesta
a distintos estímulos. Los padres deben ser
pacientes, los bebés prematuros son especiales
y tienen su propio ritmo de adaptación.