El asma nunca se toma vacaciones.
Esto significa que es igual de importante controlar
el asma si está lejos de casa. Es muy importante que los familiares de
los niños que tienen asma planifiquen el viaje de forma cuidadosa antes
de salir de vacaciones o pasar un tiempo fuera de casa. El objetivo
debe ser disminuir la posibilidad de que el niño sufra una crisis
asmática, lo que les permitirá disfrutar de un viaje sin problemas y
más agradable.
Los niños que viajan sin sus padres deben conocer su
enfermedad y los medicamentos que deben utilizar de forma regular y
cuáles deben emplear en caso de urgencia. El niño debe saber que no
debe emplear de forma excesiva el inhalador de agonista beta2 cuando
sufra sibilancias y que, si después de este tratamiento todavía tiene
dificultad para respirar, deberá acudir inmediatamente a una persona
adulta en busca de ayuda. También es aconsejable que el niño lleve
información sobre su proceso asmático y las alergias que sufre.
Antes de salir de viaje sin los padres, se recomienda que éstos se aseguren de que el niño:
- conoce los desencadenantes del asma
- puede reconocer y responder a los signos de aviso de una crisis
- tiene una lista de sus alergias que puede entregar
al supervisor del viaje lleva una carta en la que se indican la
historia clínica y la gravedad del asma, incluidas las visitas
recientes al hospital - lleva instrucciones estrictas sobre el tipo y la cantidad de medicamentos que debe tomar y en qué momentos
- lleva recetas para reponer los medicamentos
- lleva medicamentos extra si va a ir a otra ciudad o país