El Pleno del Parlamento Europeo ha desaconsejado los implantes de mamas
con fines estéticos a las pacientes menores de 18 años. El Pleno ha aprobado una resolución
en la que pide que se establezca una reglamentación más estricta para
proteger la salud de las pacientes y para mejorar el control de los
implantes de silicona.
Esta medida se ha tomado tras las numerosas cartas recibidas en el
Parlamento Europeo por parte de pacientes no satisfechas con las
operaciones de mama a las que se han sometido. Concretamente, en marzo
de 1999 varios grupos de auto-ayuda de mujeres, que alegaban estar
sufriendo complicaciones debidas a los implantes mamarios de silicona,
presentaron dos peticiones en las que pedían al Parlamento Europeo que
prohibiera inmediatamente estos implantes.
El Pleno de la Eurocámara ha respondido ahora proponiendo al Ejecutivo
comunitario, que tiene previsto presentar este año una comunicación al
respecto, que se amplíe la información a las mujeres que deseen
operarse, con el fin de prevenirles del riesgo a que se someten, y
proporcionarles posibilidades alternativas.
Además, que a las mujeres que ya se hayan sometido a una intervención
quirúrgica para implantarse silicona se les proporcione una
certificación en la que se mencionen las precauciones a las que se
deben someter después de la operación. Los eurodiputados también
solicitan la creación, en cada Estado miembro, de registros nacionales
de implantes mamarios, respetando siempre el principio de
confidencialidad y el derecho a la vida privada, que sirvan como base
de datos para la investigación a largo plazo.
Sobre la publicidad de implantes mamarios, el Pleno considera que se
debería advertir a las clientes de los posibles efectos nocivos de una
operación. Según estudios científicos aportados por el Parlamento
Europeo, casi la mitad de los implantes de silicona en las mamas se
rompen después de siete años y hasta un 95 por ciento al cabo de 20
años.
A pesar del periodo relativamente largo de utilización de los implantes
(años 80), los estudios epidemiológicos son muy recientes, lo que no
permite hasta el momento demostrar la existencia de un riesgo serio de
enfermedades graves relacionadas con los implantes mamarios. En la
actualidad, la legislación sobre este asunto varía sustancialmente
entre los diferentes países, aunque ningún país de la UE, salvo
Francia, prohíbe los implantes de mamas de gel de silicona.
Italia, por ejemplo, levantó la prohibición de los implantes mamarios
de silicona en 1994, en Bélgica y Holanda siguen estando disponibles
los rellenos de gel de silicona, y Alemania nunca ha prohibido su uso
porque no hay materiales alternativos.
En el Reino Unido están autorizados los implantes de silicona, porque
se comprueba que no causan desórdenes del tejido conjuntivo, aunque en
1999 se retiraron del mercado los implantes mamarios radiotransparentes
(consistentes en una funda de elastómero de silicona rellena de aceite
de soja).