El uso de la bicicleta puede reducir en un 50% el riesgo de infarto ya
que el ritmo cardiaco aumenta y la presión baja, de modo que el corazón
trabaja economizando, según afirma un estudio elaborado por el profesor
Frobose, presidente del Centro de Salud de la Universidad Alemana del
Deporte (DSHS).
Según Frobose, “practicando este deporte se reduce el colesterol
negativo, que es responsable de la calcificación de los vasos
sanguíneos, y aumenta al mismo tiempo la cantidad de colesterol
positivo, responsable de la protección de los vasos sanguíneos”.
El estudio también identifica que el uso de la bicicleta
protege las articulaciones, ya que el 70-80% del peso corporal es
amortiguado por el sillín, lo que, según el profesor Frobose, “presenta
el ciclismo como buena alternativa al atletismo ya que las
articulaciones y los cartílagos no han de soportar esa sobrecarga,
previniendo así enfermedades como la artrosis”.
Según
Frobose, el ciclismo es una de las actividades ideales para las
personas que sufren de dolor de espalda ya que “la musculatura de la
espalda se fortalece gracias a este deporte y mantiene la columna
vertebral protegida de vibraciones y golpes”.
Frobose también afirma que el ciclismo es bueno para la terapia
de enfermos de cáncer y SIDA debido a que “los fagocitos, las células
devoradoras de bacterias del cuerpo humano, son movilizadas de manera
inmediata a través del pedaleo para aniquilar bacterias y células
cancerígenas”.
Según el profesor Frobose, “la duración y la frecuencia de los
trayectos se deben ajustar según la condición física, la edad y los
resultados que se deseen conseguir, teniendo en cuenta la posibilidad
de programar ejercicios para optimizar los resultados”.
Según el estudio, 10 minutos de pedaleo repercuten en la
musculatura, el riego sanguíneo y las articulaciones, a partir de los
30 minutos aparecen influencias positivas en las funciones del corazón,
a partir de los 50 minutos se estimula el metabolismo graso y a partir
de los 60 minutos, disminuye el peso corporal.
Según Frobose, “una mujer de entre 45 y 60 años puede aumentar
tres veces los beneficios en su sistema inmunológico si en lugar de 20
minutos monta en bicicleta 60 minutos al día y, aunque no se empiece a
hacer ejercicio regularmente hasta una edad avanzada, los resultados
son palpables”.