Como ya te habrás dado cuenta, tu hijo ya creció y la cuna parece no
ser un lugar adecuado para él. Por ello, debes considerar la opción de
que duerma en una cama. Recuerda que no es un paso fácil para él, ya
que la cuna, más que un accesorio, era su espacio y a la vez un lugar
donde se sentía bastante seguro. Es muy importante que seas paciente ya
que el proceso de adaptación de tu bebé puede llevarse días o meses,
dependiendo de su edad así como del apoyo y comprensión que reciba de
sus papás. Por lo general, es más difícil para niños que tienen entre
10 y 18 meses de edad, por que presentan lo que se conoce como angustia de separación.
Para que se vaya acostumbrando, deja que duerma las siestas en su
cama y mientras lo hace colócale un objeto de transición que puede ser
desde una sábana hasta su muñeco favorito de peluche, y empieza a
quitarle poco a poco el seno materno durante las noches. Si tu bebé
tiene entre 18 meses y 3 años de edad sería conveniente que hablaras
con él y le explicaras que ya es tiempo de que duerma en una cama más
grande, que no tiene por qué sentir miedo pues tú siempre estarás cerca
de él para lo que necesite.
Algo que también puede ayudarle en esta transición es que te ayude
en la decoración de su cuarto y coloque donde él quiera sus juguetes y
muñecos favoritos para que así se vaya familiarizando, poco a poco, con
el lugar donde pasará la mayor parte del tiempo. Es normal que llore y
que proteste muchas veces, pero no importa lo que haga, no desistas en
este proceso ya que si dejas pasar más tiempo será más difícil para él.