Se
observa radiológicamente en los casos avanzados la
calcificación del tendón y en los casos más
banales dichas calcificaciones son microscópicas con las
consiguientes molestias.
Etiología:
Fundamentalmente lesiones de larga evolución en el tiempo (crónicas).
Anomalías metabólicas (anteriormente citadas).
Prevención:
Efectuar estiramientos y buen calentamiento (muy importante).
El uso de calzado adecuado a cada disciplina y terreno, así como la amortiguación.
Pulir y mejorar las técnicas deportivas, además de las pautas de entrenamiento.
Evitar
el calzado muy plano (albarcas, chinas, náuticas, etc.) para
terrenos llanos y rígidos, especialmente urbanos.
Efectuar estudios de la marcha y el gesto deportivo por los especialistas en medicina deportiva o podología deportiva.
Tratamiento
En
la fase aguda el reposo es esencial, así como la ayuda de
técnicas en fisioterapia, como electroterapia, inmovilizaciones,
etc., según considere el rehabilitador o fisioterapeuta.
Si
el cuadro es recidivante es importante intentar averiguar la causa y
proceder a su corrección o compensación, bien sea en lo referente a la
técnica deportiva (que se debe comentar con los preparadores y
entrenadores) o por problemas biomecánicos que solventaremos mediante
el estudio biomecánico y si procede compensaremos, mediante ortesis
plantares, taloneras, indicación de calzados adecuados, etc.