Existen dos tipos de tratamientos para reponer las piezas que se hayan perdido. Podemos utilizar prótesis fijas o prótesis de quita y pon.
Primero vamos a explicar lo que es una funda.
Consiste en una muela artificial hueca. Se coloca sobre un diente
natural que previamente ha tenido que ser tallado para dejar espacio al
grosor del material de la prótesis. La forma que el dentista debe darle
a la pieza tallada está muy estudiada. Tiene que ser un tronco de cono.
Sus paredes han de ser ligeramente inclinadas, para permitir que la
funda entre, pero cuanto más rectas, mejor se aguantará la funda. No
debemos tallar ni mucho, para no destrozar la muela, o llegar al
nervio, ni poco, o la funda quedaría muy gruesa. Como siempre, las
fundas tienen que ajustar bien en el cuello de los dientes, para que no
se originen caries en el futuro. También deben encajar bien con la
muela contraria. A esto le llamamos “ocluir”. Una oclusión correcta no es más que un buen encaje de las muelas de arriba con las de abajo.
Los
dentistas ponemos fundas individuales cuando queremos cambiar la forma
de un diente generalmente por estética. O, como dijimos antes, después
de una endodoncia, para evitar la rotura de una pieza frágil.
Un
puente, o prótesis fija, consiste en dos fundas unidas a una pieza
intermedia, o más, que queda sobre la encía, tocándola pero sin unirse
a ella. De este modo reponemos muelas perdidas, aguantándolas con las
que nos quedan. Debajo del puente hay un espacio, que procuramos
disimular haciendo que toque la encía en la parte exterior, pero que
hoy día nos interesa que quede abierto para limpiarlo. Ya dijimos que
el objeto de la limpieza es la eliminación de la placa, no sólo de los
restos de alimentos como se creía antes. Los espacios abiertos en la
boca son incómodos, pero son higiénicos.
Si
no tenemos piezas que nos sirvan de asidero, tenemos que hacer
dentaduras de quita y pon, paladares de plástico (dentaduras) o de
metal (esqueléticos).
Si
nos quedan algunas piezas, se aguantarán con ganchos. Si es una
completa, tiene que adaptarse muy bien a todos los tejidos que se
mueven en la boca para hacer ventosa. En las dentaduras completas, la
buena oclusión es muy importante para que al masticar, los dientes no
tropiecen haciendo que se suelten.