La
mandíbula se mueve girando y deslizándose sobre una
articulación que está delante del oído.
Nos imaginamos que es como la bisagra de la puerta,
pero no es así. De hecho, sus movimientos son tan complejos que
los dentistas aún no nos hemos puesto de acuerdo en como son.
Lo importante es que tengamos en cuenta que los
dientes condicionan el movimiento y la postura de la mandíbula.
Unos dientes que no estén correctamente
encajados van a repercutir sobre la articulación, como repercute
el tener una pierna ligeramente más corta que la otra. La
oclusión incorrecta puede producir dolores y con los años
artrosis de la Articulación Temporo Mandibular (ATM).
El dentista puede producir este daño si no ocluye
bien las prótesis. La cadera también puede dañarse
si llevamos un zapato más alto que el otro. Acordémonos
de esto si alguna vez nos quieren llenar de cualquier manera los
agujeros de nuestra mellada dentadura. El dentista es un profesional
que está capacitado para tratar los dientes como parte de todo
un cuerpo.
Para que haya daño en la ATM también
cuenta el tiempo de contacto entre dientes. Normalmente sólo
entran en contacto al comer. Esto es un tiempo al día. Sin
embargo el estrés nos hace apretar los dientes a veces mientras
dormimos. Hay personas que rechinan los dientes por la noche. Es una
descarga de tensión inconsciente. Se llama “bruxismo”.
Estas personas han de tener mucho cuidado con su oclusión, ya
que la sobrecarga de su articulación será
proporcionalmente mayor por el mayor tiempo de contacto de sus dientes.
Su articulación estará forzada mucho más tiempo.
Como el que anda mucho con unos zapatos incómodos.