Pocas cosas pueden ser más duras para un adolescente que sentirse diferente, especialmente cuando esta diferencia es debida a dolencias que pueden provocar vergüenza o aislamiento como es el caso de la hiperhidrosis. Este trastorno puede llegar a afectar al normal desarrollo de la vida del adolescente provocándole problemas emocionales y físicos.
Durante la adolescencia, los jóvenes están muy preocupados por sentirse integrados dentro de las personas de su misma edad ya que esto les aporta seguridad. Igualmente, la hiperhidrosis en esta época de la vida puede tener efectos negativos en la autoestima de los adolescentes, lo que en ocasiones provoca problemas de aislamiento, ansiedad o trastornos depresivos.
Además, los jóvenes con hiperhidrosis suelen encontrar dificultades para explicar cómo esta dolencia afecta a su vida, a su relación con sus amigos o con su familia.
La hiperhidrosis tiene una repercusión importante sobre la calidad de vida de quienes la padecen. Se puede convivir con ella, pero a menudo puede causar estrés emocional, dificultando en ocasiones la vida personal, laboral y social del paciente provocando a su vez que se vuelva un circulo vicioso pues la necesidad de sentirse “seco” provoca mas estrés del que ya se tiene ante una situación social y por lo tanto mayor sudoración.
En los casos más graves el exceso de sudor provoca que las personas se vuelvan retraídas y rehuyan la actividad social evitando situaciones donde necesitan entrar en contacto con otros, pudiendo ser una causa de fobia social. También causa dificultad en la manipulación de papeles, lápices, botones, herramientas o equipos electrónicos. La necesidad de evitar el saludo de manos obliga a muchas personas a buscar tratamiento.
Para tratar esta enfermedad existen diversas opciones terapéuticas; los antitranspirantes, la iontoforesis, la cirugía o las inyecciones con toxina botulínica. A la hora de seleccionar el mejor tratamiento para los pacientes adolescentes, el dermatólogo debe seleccionar la opción más adecuada y ayudar al adolescente a entender las características del mismo.
Tratamientos:
La iontoforesis es un tratamiento no quirúrgico que utiliza una débil corriente eléctrica continua (15-25 mA), que permite a través del agua bloquear los conductos de las glándulas sudoríparas de forma local.
Esta técnica ha sido utilizada desde 1950 con éxito. Diversos estudios demuestran que el 83% de las personas tratadas con iontoferosis responden de forma positiva al tratamiento. Tras una serie de tratamientos, los pacientes pueden necesitar mantener la terapia una vez cada cuatro semanas.
La simpatectomía torácica endoscopia es un método quirúrgico que interrumpe la señal de los nervios de la columna espinal a las glándulas sudoríparas, de este modo se evita que estas glándulas produzcan sudor. Este tratamiento se ha demostrado efectivo en la hiperhidrosis de las palmas. Sin embargo, tiene un elevado riesgo de efectos secundarios, siendo la sudoración compensatoria (sudoración en otra zona del cuerpo) el más frecuente.
Lo toxina botulínica tipo A, para el tratamiento de la hiperhidrosis. Este tratamiento actúa bloqueando los nervios que estimulan las glándulas sudoríparas. La duración media de los efectos es de entre cuatro y seis meses, y a nivel axilar nueve o diez meses y a veces hasta un año.
Otras terapias. El sobrepeso aumenta el exceso de sudor por lo que se recomienda ir al endocrino para que nos ponga una dieta adecuada. El café y el tabaco aumentan la sudoración por lo que es mejor evitarlos. Para la hiperhidrosis no orgánica es necesario acudir al psicólogo a terapia donde se puede ayudar a superar problemas de autoestima e inseguridad, entre otros, los cuales pueden ser causa de dicha enfermedad. Las terapias de relajación orientales como el Yoga, Zen, Siatsu pueden ayudar a superar el estrés que origina estar empapado en sudor.
Consejos básicos
Los siguientes consejos para minimizar los efectos de esta enfermedad:
Escoger prendas de ropa que sean frescas. Las fibras naturales como el algodón son frescas pero absorben el sudor y pueden mantenerse húmedas una vez que están sudadas. Mientras, las fibras sintéticas se mantienen secas ya que repelen el sudor. También es útil tener ropa disponible para mudarse durante el día.
En la hiperhidrosis de pies, se pueden utilizar plantillas absorbentes y de cuero, y es recomendable cambiar cada día de zapatos.
Evitar comidas y bebidas que te hagan sudar. Éstas pueden ser diferentes para cada persona (picantes, condimentadas, con mucha sal, etc.).
El estrés, la tensión o la ansiedad es algo común para todo el mundo, aunque la gente con hiperhidrosis tiene dificultades extras en estas circunstancias. Piensa cómo puedes reducir las situaciones de estrés durante el día, planea tus actividades cuidadosamente y tomate tu tiempo para relajarte.