Información general
Un golpe en la cabeza o una opresión aplastante a veces dañan el cerebro, sacudiéndolo y magullándolo aun cuando el cráneo protector no se haya fracturado.
Entonces, el área lesionada puede ser mucho mayor que la parte del cráneo que soportó el golpe.
Esto se debe, a veces, a que, cuando el golpe tiene fuerza suficiente para sacudir el cerebro en el interior del cráneo, la parte que está debajo del lugar del impacto se resiente lo mismo que la del extremo opuesto.
La hinchazón resultante de los tejidos cerebrales produce síntomas, porque la expansión queda detenida por los límites rígidos del cráneo.
Si este se fractura, la lesión cerebral es mucho más probable.
La importancia del daño y el problema de si será o no temporal dependen sobre todo del género y la profundidad de la herida.
Síntomas
Los síntomas se relacionan con el punto y la intensidad del golpe.
No obstante, por regla general, una lesión menor va seguida case enseguida de dolor de cabeza.
Cuando éste no es muy intenso y desaparece en un día o dos, es señal de la rápida recuperación de los tejidos cerebrales, y -excepto en raras ocasiones-, de recuperación completa. Una herida más grave suele provocar inconsciencia inmediata, que dura desde pocos segundos (“conmoción”) hasta semanas (entonces se dice que el paciente está “en coma”).
La persona que ha permanecido temporalmente en estado de inconsciencia a causa de un golpe, siempre está confusa al volver en sí.
Puede haber pérdida de memoria (amnesia), dolores de cabeza, fallos mentales y debilidad muscular o parálisis (incluyendo dificultades en el habla).
Los síntomas tienden a desaparecer gradualmente con la curación; en casos extremos quedan un daño residual que provoca trastornos físicos o psicológicos duraderos como parálisis, irritabilidad, depresión, y percepción mental disminuida.
¿Es frecuente la lesión?
Por término medio, unas cien personas son internadas en los hospitales a causa de traumatismos craneales con posibles daños cerebrales.
Aproximadamente en el 1% de los casos, el daño reviste gravedad suficiente para dejar incapacitado mental o físicamente con carácter irreversible.
Las heridas se producen con mayor frecuencia en accidentes de tráfico (sobre todo las víctimas son motoristas jóvenes) o industriales, caídas, peleas, explosiones y heridas de perdigones.
¿Qué peligros encierra?
Una herida grave de la cabeza puede romper uno o más vasos sanguíneos, causando una hemorragia subdural o extradural o en raras ocasiones.Subaracnoidea.
Una hemorragia derivada de un trauma quizá no aparezca hasta horas, días e incluso semanas después de la lesión.
Si se fractura el cráneo, hay más peligro.
Porque pueden penetrar bacteria a través de la fractura e infectar los tejidos cerebrales, causando meningitis.
Por último, existe la posibilidad de lesión permanente del cerebro, con ataques recurrentes o convulsiones (vea el artículo relativo a epilepsia).
¿Qué debe hacerse?
Si está usted presente cuando alguien pierda la conciencia a causa de una herida, siga las instrucciones de primeros auxilios que se dan en Accidentes y urgencias y solicite ayuda médica sin demora.
Una persona que no pierda la conciencia, pero que tenga otros síntomas de daño cerebral debería ver al médico tan pronto como le fuera posible. Si es usted la víctima y no recuerda con exactitud lo sucedido, convendría que alguien que hubiese presenciado el accidente le acompañara, con objeto de describirlo al médico. La importancia de la amnesia indicará la gravedad de la herida de la cabeza (cuando más largo sea el lapso de olvido en la memoria del sujeto, tanto más grave será la herida).
Si tiene dolor de cabeza sin razón aparente y, al mismo tiempo, empieza a sentir debilidad o confusión mental, trate de recordar lo que sucedió en los últimos días.
¿Se ha dado algún golpe en la cabeza o ha tenido algún accidente ligero? En cualquier caso, consulte a su médico.
Según la gravedad de los síntomas y los resultados de sus observaciones quizá necesite usted someterse a pruebas diagnósticas en el hospital para averiguar la magnitud del daño.
La primera prueba será seguramente una o más radiografías del cráneo para localizar una posible fractura. Entonces sobre todo si persisten los síntomas tal vez le pidan que se someta a un scanner del cerebro realizado con ordenador (conocido como TAC) y quizá también a una arteriografía para encontrar pruebas de la rotura de un vaso sanguíneo.
Tratamiento
Automedicación: Hay fármacos capaces de contrarrestar los síntomas leves de las heridas cerebrales: por ejemplo, analgésicos para el dolor y sedantes para la confusión mental.
Pero no debe tomarlos nunca sin prescripción médica quien haya perdido la conciencia violentamente. Si se ha dado un golpe bastante fuerte, su médico querrá que pase usted una noche o dos en el hospital para observarle, con objeto de prevenir posibles complicaciones. No obstante, la mayor parte de daños menores se curan por sí mismos, y dos o tres días de reposo, tras un accidente ligero, bastarán casi siempre como tratamiento.
Tratamiento médico: Una persona inconsciente debe estar en el hospital, donde los cuidados intensivos profesionales son magníficos.
Tal vez le administren medicación esteroide por medio de un gota a gota intravenoso, para reducir la inflamación de los tejidos cerebrales.
Cuando hay fractura de cráneo, quizá habrá que recurrir a la cirugía de urgencia para recomponer y estabilizar los fragmentos de hueso.
¿Cuáles son las perspectivas a largo plazo?
La recuperación de lesiones graves del cerebro suele demandar muchas semanas, pero las posibilidades de curación completa son bastante grandes.
A unos pocos pacientes les queda el recuerdo de su herida por su manera de hablar farfullante o por la debilidad muscular en el brazo o pierna.
El estímulo y apoyo de familia y amigos constituyen una parte importante del proceso de recuperación para tales personas, que, casi siempre, necesitarán fisioterapia para superar la parálisis, debilidad muscular o coordinación perturbada.