Si la anemia hemolítica es adquirida, se suele poder curar cuando se elimina la causa, por ejemplo un medicamento.
Algunas veces, se extirpará el bazo quirúrgicamente.
Si la anemia hemolítica es hereditaria, se considera incurable.
Sin embargo, los síntomas pueden ser aliviados o controlados.
La
investigación científica de las causas y tratamiento sigue adelante
para conseguir un tratamiento eficaz y con él la curación.