En los
bebes, especialmente en los lactantes, los cólicos son muy comúnes, es un llanto inconsolable que no cesa con nada. La
explicación es sencilla: para el recién nacido, comer es algo nuevo, para lo
que aún no se ha acostumbrado. Además, el lactante no tiene dientes, lo que
propicia más aún la ingestión de aire durante la alimentación.
En estos
casos, la ingestión de aire provoca un dolor abdominal en el niño, propiciando
su llanto.
Además, mientras se da el pecho, el bebé debe colocarse de
manera vertical y ligeramente inclinado hacia atrás. En el caso que el niño
haya ingerido aire, unos pequeños golpecitos ayudarán a expulsarlo. Es muy común que esto ocurra durante las tomas de la tarde, y suele durar unos dos o tres horas al día.
Uno de los consejos más importantes que podemos darle, es que se debe estar muy tranquilo a la hora de dar el pecho y mientras su bebé sufre el cólico su bebé, ya que es muy fácil que le transmita los nervios, y de esta manera el cólico irá a peor.
El cólico suele aparecer en la tercera semana desaparece alrededor de los 3 o 4 meses de vida, con variaciones de un bebé a otro.