Diagnóstico
Historial y reconocimiento físico por un médico.
Cultivos de la zona gangrenada o de sangre.
Rayos X de cualquier área sospechosa para detección de gas en los tejidos.
El fundamento del tratamiento médico consiste en:
Tratamiento precóz.
Autocuidados durante la convalecencia.
Inmunización contra el tétanos.
Estancias en una cámara hiperbárica para detener los progresos de la gangrena.
Cirugía para extirpar los tejidos muertos, acompañada a veces de amputación.
Después de una amputación, terapia física.
Medidas generales
Después de cirugía o cuidados intensivos en el hospital:
Guarde en bolsas de plástico doble y queme cualquier material que haya estado en contacto con la zona ulcerada.
Tratamientos de hidroterapia a presión y masajes para facilitar la circulación.
- Antibióticos – en general, al principio por vía intravenosa – para combatir la infección.
- Calmantes.
- Anticoagulantes
Guardar cama hasta que el proceso gangrenoso se detenga y comience la cicatrización.
Mueva las piernas a menudo mientras esté en la cama para evitar la formación de coágulos.
Después, vuelva gradualmente a sus actividades normales.
Puede leer o mirar la televisión.
Siga un régimen alto en proteínas y calorías mientras el cuerpo esté restaurando los tejidos dañados.
Suplementos de vitaminas y minerales, incluyendo zinc. Consulte a su médico.
Tome líquido (6 a 8 vasos diarios).