El diagnóstico se realiza mediante
- la clínica,
- palpación prostática mediante tacto rectal,
- visualización de la próstata mediante ecografia (ultrasonidos),
- análisis de laboratorio para descartar afectación renal por la obstrucción,
- a veces es necesario realizar estudios dinámicos del tracto urinario.
Existen
varias opciones terapéuticas, en relación con la
importancia de la hipertrofia y su repercusión sobre el tracto
urinario:
Medicación:
- Inhibidores
de los receptores alfa uno (Prazosin, etc.); de forma aislada son
útiles en una proporción moderada de pacientes. Asociados
a los siguientes son bastante eficaces. - Antagonistas adrenérgicos
(de las hormonas sexuales masculinas), más utilizados en el
Cáncer de Próstata, son útiles, pero reducen la
líbido (el impulso sexual) y la función sexual, por lo
que se reservan para casos concretos.
Existen múltiples técnicas:
- Desde
la operación a cielo abierto, poco empleada actualmente, muy
eficaz y con pocas secuelas funcionales, pero operación de
cirugía mayor, con los riesgos propios de esta. - hasta las técnicas de
resección transuretral (RTU), mediante la inserción de un
tubo y la extirpación del tejido prostático mediante
electrocoagulación, Laser o microondas, muy poco agresivas, pero
que pueden producir secuelas en la esfera sexual, - pasando por la simple
incisión de la glándula (sin eliminarla), procedimiento
útil en pacientes jóvenes (con vida sexual activa) y con
glándulas de pequeño tamaño.
Todos
los tratamientos, menos los antagonistas alfa uno, y habitaulamnete la
incisión prostática, pueden provocar problemas en la
esfera sexual.