Afecta a cada persona de forma distinta. Aunque la enfermedad tiende
a seguir el mismo patrón un deterioro progresivo de las capacidades
cognitivas y funcionales a lo largo de los años-, su impacto va a
depender del estado del que parte el enfermo. Personalidad, condiciones
físicas y situación social son factores importantes.
Algunos
enfermos se van volviendo cada vez más complicados y es difícil vivir
con ellos, mientras que otros se dulcifican y se vuelven más amables.
Algunas personas con enfermedad de Alzheimer no tienen problemas de
salud añadidos, mientras que otras tienen otras discapacidades que
pueden hacer mucho más difícil su cuidado. Algunos pacientes cuentan
con una situación social confortable, mientras que otros han de hacer
frente a problemas familiares y financieros.