Porque así se puede excluir la posibilidad de que los síntomas tengan una causa distinta tratable más fácilmente.
Porque permite a los miembros de la familia, a los amigos y, si es posible, al propio enfermo hacer planes de futuro.
Porque
se puede dar al enfermo los cuidados y tratamientos más adecuados,
sobre todo teniendo en cuenta que los actuales tratamientos
farmacológicos no curan, sólo enlentecen el desarrollo de la enfermedad.