La diabetes es una enfermedad que algunas veces se puede reconocer por síntomas como: sed, hambre y cansancio excesivos, entre otros.
Los síntomas de la diabetes muchas veces son la forma en que una persona se da cuenta de que algo anda mal. Sin embargo, en un gran número de pacientes con diabetes los síntomas no se presentan o no son tan fáciles de identificar y esto provoca que la diabetes sea detectada hasta que se ha desarrollado alguna complicación, como por ejemplo, pérdida parcial de la visión.
Para que las personas puedan identificar de manera oportuna la existencia de la diabetes, es necesario que se realicen una prueba de glucosa sanguínea venosa por lo menos una vez al año, sobretodo si saben que tienen un riesgo mayor de presentar esta enfermedad.
El riesgo de una persona de padecer diabetes aumenta cuando tiene algún familiar cercano con diabetes, ya sea un abuelo, un padre o un hermano, presenta sobrepeso o lleva un estilo de vida sedentario. En este caso, puede ser necesario que la prueba de glucosa en sangre se realice más seguido y que se hagan cambios en la dieta y la actividad física para disminuir el riesgo de desarrollar diabetes.
Es muy importante que la prueba para el diagnóstico de la diabetes se realice con sangre venosa, ya que las pruebas realizadas con sangre capilar no son válidas para el diagnóstico de la diabetes por ser un poco inexactas.