La diabetes es una enfermedad casi siempre silenciosa y que presenta síntomas mucho tiempo después de haberse iniciado, generalmente hasta que se manifiesta el inicio de alguna de las complicaciones crónicas que provoca, como: daños al riñón, a los ojos y a los nervios.
Aún cuando los niveles de glucosa sean muy elevados, que es la característica principal de la diabetes, puede no presentarse ningún síntoma y ésto puede ser peligroso. Es necesario que todas las personas se realicen cuando menos una vez al año, una prueba de glucosa en sangre para prevenir o empezar a tratar a tiempo esta enfermedad.
Los síntomas más comunes de la diabetes son: mucha orina (poliuria), mucha hambre (polifagia), mucha sed (polidipsia), cansancio, aumento o disminución de peso, infecciones vaginales persistentes en mujeres, boca seca, visión borrosa e incluso algunas personas notan cambios de humor o en el estado de ánimo.
Cada uno de estos síntomas tiene una explicación lógica y todos se deben a una misma causa, exceso de glucosa en la sangre.