La diabetes en adultos mayores era considerada generalmente, como la diabetes tipo 2, por ser más frecuente en personas mayores a 50 años. Sin embargo, hoy en día hay un número creciente de adultos mayores con diabetes tipo 1.
Una de las razones por las que se piensa que el número de casos de adultos mayores con diabetes tipo 1 está aumentando, se atribuye a que cada vez la expectativa de vida es mayor. A pesar de que muchos de estos pacientes son activos y funcionales, y que muestran gran interés ante el cuidado de su diabetes, ésta puede resultar extremadamente demandante para ellos.
Por un lado, algunas personas ya son jubiladas y por ello tienen mayor tiempo para dedicarse a su cuidado, por el otro, el estar jubilados, el perder algún ser querido, temer a su propia muerte o bien presentar alguna otra enfermedad a causa de su edad, los lleva a vivir crisis emocionales que fácilmente pueden interferir con un buen control de la diabetes, provocando complicaciones.
La meta en el caso de las personas mayores con diabetes es proporcionarles apoyo, respetando su autonomía e independencia, tanto como sea posible, además de controlar los niveles de glucosa para disminuir el riesgo de las complicaciones.