El Islam es la última y final palabra de Allah que termina la serie de mensajes divinos a la humanidad. Por ello es que vino con una ley general y apropiada a todos los tiempos y lugares, y para toda la humanidad. No es ley de los citadinos solamente, desdeñando a los nómadas. No es ley de regiones frías ignorando las calientes; tampoco lo es para un periodo particular de tiempo, olvidando tiempos y generaciones posteriores.
El Islam reconoce las necesidades y los intereses de toda la gente, de los individuos así como de los grupos. Y entre los seres humanos podemos encontrar individuos con un fuerte deseo de tener hijos, pero cuya esposa es estéril, crónicamente enferma o con algún otro problema. ¿No sería más considerado con ella y mejor para él que se case con una segunda esposa que pueda darle hijos, mientras conserva a la primera esposa con todos sus derechos garantizados?
También está el caso de un hombre cuyo deseo sexual es fuerte, mientras que el de su esposa es mínimo, o padece de alguna enfermedad o tiene menstruaciones muy largas, etc. Si el esposo no puede contener su necesidad de sexo ¿No se le debería permitir casarse con una segunda mujer en vez de salir a buscarse amantes?
A veces, también, sucede que las mujeres sobrepasan en número a los hombres. Por ejemplo, después de guerras que deciman a los hombres. En tales casos: ¿No es mejor para la sociedad y para las propias mujeres compartir a un esposo que pasar sus vidas sin casarse, privadas de la paz, el afecto y la protección de la vida marital y la alegría de la maternidad, la cual desean naturalmente con todo su corazón?
Solo hay tres alternativas para ese excedente de mujeres que no están casadas como primeras esposas:
Pasar toda su vida en una amarga abstinencia.
Convertirse en objetos sexuales y entretenimiento de los depravados.
Convertirse en coesposas de un hombre que puede sustentar a más de una mujer y que las tratará cariñosamente.
Sin lugar a dudas, la última alternativa es la solución correcta, el remedio para este problema, el veredicto del Islam:
¿ Es una decisión a la pagana lo que desean? Y ¿ Quién puede decidir mejor que Allah para gente que está convencida?” (5:50)
Pues esta es la poligamia islámica que la gente de occidente aborrece tanto y contra la cual reaccionan con tanta hostilidad, mientras sus propios hombres son libres de tener cualquier número de amantes, sin restricción ni responsabilidad de tipo moral o legal con respeto a la mujer o los niños que pueda tener como resultado de estas inmorales y pecaminosas relaciones extramaritales. Dejemos que ambas alternativas – la pluralidad de esposas y la pluralidad de relaciones ilícitas – sean comparadas; y dejemos que la gente se pregunte cual es el accionar más acertado y cual de los grupos está correctamente guiado.