Veamos ahora el proceso de matrimonio en el Islam:
Cuando una muchacha alcanza la edad del matrimonio, es una costumbre que los padres desempeñen un papel importante en la elección del futuro esposo, pero ella debe ser consultada:
Cuando una joven fue al profeta quejándose de que la habían casado sin consultarla, el profeta dijo que era libre de disolver ese matrimonio se así lo deseaba ella.
En nuestros días, las muchachas musulmanas tienen mucho que ver en la elección de su esposo, pero todavía se sigue considerando de gran importancia la opinión de los padres sobre el futuro marido, y es raro que una chica o chico, se casen en contra del deseo de sus padres. (Es raro pero existen casos). Forma parte de la tradición musulmana el casarse con el consentimiento de los padres o tutores.
Sin embargo, una mujer viuda o divorciada puede casarse con quien desee, probablemente porque se la considera con la suficiente madurez y experiencia como para decidir por sí misma.
Al casarse la chica, es parte esencial de la boda que el novio dé a la novia una dote (mahr), que puede ser de un valor cualquiera que se haya acordado anteriormente. Esta dote no es como la vieja dote europea, que el padre daba a su hijo cuando esta se casaba y se convertía entonces en propiedad del marido. Tampoco la dote musulmana es como el precio de la novia que se paga en África, en donde el novio debe realizar un pago o compensación al padre de la novia. La dote musulmana es un regalo del novio a la novia y se convierte en algo que es de su exclusiva propiedad.
(Sigue siendo de su propiedad aunque luego se divorcie).
En el caso del JAL', es decir, de divorcio a petición de la mujer, puede darse la circunstancia de que se le exija devolver toda o parte de la dote.
El tratamiento que se espera del esposo, esté o no en buenas relaciones con su esposa, está claramente expresado en el Corán:
(4-19) vivid con ellas con amabilidad y si no os gustan, quizás no os agrade algo en lo que Dios ha puesto muchas virtudes.
Otro importante beneficio para las esposas en el Islam es que en la esfera moral no existe una dualidad de normas. Aunque sea la costumbre de los hombres en todo el mundo de culpar a las mujeres por las acciones que ellos mismos realizan, de acuerdo al Corán y a las enseñanzas del Profeta, Dios exige el mismo elevado nivel moral de conducta a los hombres que a mujeres por el infringimiento de las leyes morales. Así que, incluso si se decide el divorcio, el buen trato al que nos referíamos antes, sigue siendo necesario.
El Corán dice:
(2-229) entonces, mantenedlas dignamente o repudiadlas con benevolencia y no os está permitido quitarles nada de lo que les hayáis dotado.
Por tanto, la dote u otros regalos que el esposo pueda haberle dado, no pueden serle quitados. El Corán dice:
(2-231) si divorciáis a las mujeres y ellas han cumplido el término prefijado, mantenedlas dignamente o emancipadlas con benevolencia. No las retengáis por la fuerza violando sus derechos, pues quien así lo hiciera se condenará a sí mismo.
Un trato amable a la esposa y a la familia es parte de la religión en el Islam. El profeta dijo:
aquellos creyentes que tienen un temperamento agradable y son amables con sus familias, estos son los que demuestran la fe mas perfecta.
Y de acuerdo a otro hadiz:
los mejores de entre vosotros son los más amables son sus mujeres.
Esta vedado unirse en matrimonio con:
(4-23) os está vedado casaros con vuestras madres, vuestras hijas, vuestras hermanas, vuestras tías paternas o maternas, vuestras nodrizas, vuestras hermanas de leche, vuestras suegras, vuestras hijastras, que estén bajo vuestra tutela, <hijas de las mujeres con quien os hayáis casado>; pero si no habéis tenido contacto con ellas, no seréis recriminados, porque las desposéis. También os está vedado el casaros con vuestras nueras, <esposas de vuestros hijos carnales> y uniros en matrimonio con dos hermanas, salvo el hecho consumado, porque Dios es indulgentísimo, misericordiosísimo.